Por Roberto Urquizo Gerente General, Carbono Neutral
Jorge A. Rodríguez Profesor. ESPAE, Escuela de Negocios de ESPOL
“Cero neto” es la situación en la cual las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se equilibran globalmente con las eliminaciones antropogénicas de CO2 en un periodo determinado. No es “cero emisiones”, es natural que se sigan habiendo emisiones, pero dentro de los límites de la capacidad del planeta para absorberlos. La reducción de las emisiones de CO2 a un nivel “cero neto” es una condición necesaria para ralentizar el calentamiento global.
Este tipo de iniciativas sirven para facilitar la debida diligencia en la evaluación de proveedores, así como en la provisión de soluciones basadas en la naturaleza para aquellas empresas que deben neutralizar impactos y llegar a la meta de cero neto.
Según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), para limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales y evitar los efectos catastróficos del cambio climático, el mundo debe reducir a la mitad las emisiones de Dióxido de Carbono (CO2) para el año 2030 y alcanzar las emisiones netas de CO2 en el 2050.
La SBTi (Science Based Targets Initiative) es el socio principal de la campaña “Business Ambition for 1.5°C”, un llamado urgente a la acción de una coalición global de agencias de las Naciones Unidas, líderes empresariales y de la industria, que moviliza a las empresas para establecer objetivos basados en la ciencia de “cero neto” en línea con un futuro que no sobrepase 1.5 º C.
A nivel local, el gobierno ecuatoriano ha lanzado el programa Ecuador Carbono Cero, con el objetivo de promover e incentivar la implementación de medidas y acciones para la cuantificación, reducción y neutralización de las emisiones GEI.

¿Cómo pueden las empresas contribuir hacia el cero neto?
Las empresas que firmen el acuerdo con el compromiso SBTI deben levantar una línea base de inventario de emisiones GEI (Gases Efecto Invernadero), siguiendo el protocolo GHG, incluyendo emisiones de alcance 1, 2, y 3. Posteriormente, las empresas deben definir objetivos de reducción de estas emisiones, siguiendo criterios alineados los lineamientos del IPCC.
Así, el cero neto para las empresas implica el cumplimiento con las siguientes condiciones:
- Haber reducido las emisiones en la cadena de valor consistente con los requerimientos para limitar el calentamiento del planeta a 1.5 º C.
- Neutralizar el impacto de cualquier emisión residual que no sea factible de ser eliminada a través de la captura de una cantidad equivalente de dióxido de carbono de la atmósfera.
Sobre este último punto, la captura hace referencia a métodos naturales como la reforestación y gestión de suelo, estrategias de captura de carbono de la atmósfera o basadas en el océano (uso de tecnología para el crecimiento de fitoplancton en el océano)


¿Por qué es una opción estratégica?
Hasta septiembre 2022, había 3627 compañías en el mundo con iniciativas en esta dirección, 1702 empresas con objetivos basados en la ciencia definidos y 1299 empresas con objetivos cero neto. Este compromiso exige la reducción de emisiones en las cadenas de suministro, por lo cual las empresas con estos objetivos buscarán y trabajarán con proveedores que les permita alcanzar estos ambiciosos objetivos.
Las opciones estratégicas están en la reducción de emisiones y la transparencia de estos procesos para facilitar la debida diligencia en la evaluación de proveedores, así como en la provisión de soluciones basadas en la naturaleza para aquellas empresas que deben neutralizar impactos.